Apple: Ergonomía Tecnológica en estado puro
La 1 de la madrugada, con el cansancio y el estrés de una semana loca, y con un sueño de narices, me pregunto qué coño hago a estas horas trasteando en Google, en Facebook, y tecleando en mi MacBook Air si ya debía estar en postura horizontal sobando, como mandan los cánones y la santa madre iglesia. No sé bien qué hago pero doy con una entrada jugosa de Enrique Varela que me hace reflexionar y digo "anda, mira, ya sé de qué voy a escribir la próxima entrada del blog", y decido no parar, que creo que he "pillao el flow". Siempre tengo que oir a mi alrededor risas por ser maquero, y no me resulta molesto pero sí que me parece curioso. Creo que quienes me aluden constantemente llamándome "fanboy" o "feligrés" (¡ grande Calabacín !) pidiéndome explicaciones de algo que haya dicho o hecho Jobs, o de la pasta que cuesta un ordenata de Apple, están sufriendo graves dudas tecnológicas existenciales. Yo siempre reconozco los fallos o carencias de