Antropología e innovación van de la mano
Hace muchos años que la palabra más escuchada en el ámbito profesional en Euskadi es “innovación”. Si por algo creo que esta Comunidad Autónoma está destacando en este momento es por el tiempo y el esfuerzo que se dedica a hablar de ella. Sin embargo hablar de cómo innovar no suele conducir al hecho innovador en sí mismo, y eso se debe a que no solemos tener ni el escenario ni el planteamiento de inicio adecuados. Escuchamos atentamente qué debemos hacer para innovar pero luego no lo ponemos en práctica. Y convendría reflexionar un momento sobre ello. Nuestras empresas, nuestras administraciones, nuestras instituciones, nuestro tejido asociativo, no puede ser innovador siempre que la responsabilidad recaiga sobre meros gestores económicos. No quiero decir con ello nada negativo sobre esa profesión, simplemente reflejo la evidencia de que los economistas no tienen la formación adquirida ni el perfil necesario para liderar un proceso de cambio. ¿Y cuál es el perfil adecuado? Pues no