Rosa Luxemburgo, revolucionaria alemana de origen polaco (Zamosc, 1870 - Berlin, 1919), fue la hija
menor de una familia judía polaca. Muy joven se enroló en el partido
Revolucionario Socialista. En 1989 tuvo que huir de Polonia y se instaló
en Zurich, donde estudió economía y política y conoció a Plejánov,
Axelrod y otros marxistas rusos y polacos; hacia mediados de la década
de los noventa se trasladó a Alemania e ingresó en el Partido
Socialdemócrata Alemán, donde desarrolló una decisiva labor teórica
frente al ala revisionista encabezada por Bernstein -al que atacó en
Reforma social o revolución (1900)- y el grupo oportunista del socialismo francés, dirigido por Millerand.
Después de la revolución rusa de 1905, se trasladó a Polonia (1906)
donde fue detenida junto con su colaborador Leo Jogisches, por haber
tomado parte de la insurrección contra el gobierno zarista; regresó a
Alemania y se dedicó a la enseñanza de la economía política en la
escuela del partido. En 1913 apareció su primera obra,
La acumulación del capital,
análisis del capitalismo en su fase imperialista, en la que niega el
papel activo y la capacidad de conocimiento racional y de decisión de la
socialdemocracia. A raíz del voto a los créditos de guerra por la
socialdemocracia alemana (1914-1915), Luxemburgo y Liebknecht,
disconformes con esta posición, fundaron la liga Espartaquista, que se
propuso como meta principal la lucha contra la guerra imperialista.
Entre 1915 y 1916 fue encarcelada en dos ocasiones: durante su segunda
estancia en prisión (1916) escribió su folleto
Junius,
Las cartas de Espartaco y preparó la
Introducción a la economía política (1925). Una vez en libertad, fundó con Liebknecht,
Die Rote Fahne
(La Bandera Roja). En 1918 participó en la creación del Partido
Comunista Alemán (KPD), y un año más tarde fue asesinada, junto con Karl
Liebknecht. Sus diferencias con el pensamiento de Lenin las expuso en
Huelga de masas, partido y sindicatos (1913) así como en el libro
La revolución rusa.
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