Hallazgo sobre las sociedades prehistóricas europeas
Recientes
estudios relacionados con el ADN, arrojan luz sobre la historia y
evolución de la población europea, y es que revelan que los cazadores y agricultores inmigrantes convivieron juntos en la parte central del continente durante más de 2000 años.
Este descubrimiento, publicado en el documento “2000 años de sociedades paralelas en la Edad de Piedra en Europa Central”
por el antropólogo Joachim Burger, de la Universidad de Johannes
Gutenberg, se produce tras un amplio análisis del material genético y de
isótopos de los huesos humanos descubiertos en la cueva de Blätterhöle cerca de Hagen, Alemania.
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Foto: El albumcito hablador |
La cueva de Blätterhöle fue
conocida por ser un lugar de entierro de cazadores y agricultores de la
época. El equipo de Burger utilizó isótopos para determinar lo que
habían comido dichas personas, lo que suponía un indicativo de su estilo
de vida. A continuación también utilizaron el ADN para descubrir cómo
podían relacionarse entre sí, y mediante la datación del radiocarbono
determinaron la edad de los restos.
“Se
da por supuesto que los cazadores-recolectores europeos desaparecieron
poco después de la llegada de los agricultores”, dijo el autor Dr. Ruth
Bollongino en un comunicado. “Sin embargo, nuestro estudio muestra que
los descendientes de los primeros humanos europeos mantuvieron su forma
de cazadores-recolectores y vivieron en paralelo con los agricultores
inmigrantes durante 2000 años”. La manera de caza y recolección sólo se
extinguió en Europa central hace unos 5.000 años, mucho después de lo
que se pensaba”.
Hasta
hace unos 7.500 años en toda Centroeuropa había cazadores-recolectores,
señaló el coautor y profesor de evolución genética de la University
College London Mark Thomas. “Eran los descendientes de la primera
oleada de nuestra especie en llegar a Europa, hace unos 45.000 años.
Ellos sobrevivieron a la última glaciación y al calentamiento que
comenzó hace unos 10.000 años. Y ahora parece que también sobrevivieron a
la primera oleada, los agricultores que se extendieron por toda Europa
desde el sureste del continente.
“La
relación entre los cazadores y los trabajadores agrícolas inmigrantes,
ha sido muy poco analizada históricamente”, señalaron los
investigadores. Y este estudio determina que ambas sociedades estuvieron
muy en contacto.
En
una investigación relacionada, un equipo de expertos de varias
instituciones analizaron el ADN de esqueletos que representaban
aproximadamente 4.000 años de Prehistoria con el fin de crear una
historia genética de los europeos modernos.
El documento titulado “ADN antiguo revela las etapas clave en la formación de la diversidad genética mitocondrial europea”
encontró al menos cuatro periodos diferentes de migraciones
significativas y asentamientos en Centroeuropa. Esos asentamientos
fueron destacados por la composición genética de la gente que vivía en
esa región, concluyeron los investigadores, tras un amplio análisis de
muestras óseas y dentales de 364 esqueletos humanos prehistóricos – 10
veces más que en el anterior estudio de ADN de este tipo.
La
investigación fue un esfuerzo colaborativo entre científicos del
proyecto Genográfico de la National Geographic Society, el centro
australiano de ADN antiguo, y también la Universidad de Mainz y el Museo
del Patrimonio del Estado de Halle (Alemania). Su trabajo
definitivamente demostraba que la gente de la región dedicó mucho más
tiempo desde 5500 a.c al 1500 a.c a moverse de un lugar a otro.
“Este
es quizá el estudio más importante hasta la fecha de los patrones
genéticos en Europa durante el periodo crítico de la formación de la
Europa moderna”, señaló el director de proyecto Spencer Wells.
“Los datos cuidadosamente recogidos de los restos arqueológicos durante
el periodo Neolítico hasta la edad de Bronce revelan sucesivas oleadas
de migración y “revoluciones” del reemplazo genético de la población,
que se combinaron para crear los patrones genéticos que vemos hoy”.
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