El materialismo histórico en Karl Marx
El idealismo filosófico moderno (Kant, Hegel...) sostenía que el hombre es el sujeto
de la historia, el fundamento del mundo (un antropocentrismo, en definitiva). En
consonancia con ello afirmaban que lo que rige el mundo son las ideas de los hombres,
su conciencia, su libre voluntad. Marx sostiene, en cambio, que este idealismo es erróneo (exagera el poder del hombre,
etc.). Por eso propone una filosofía materialista. En ella no solo se afirma la primacía
de la materia sobre el espíritu (por ejemplo, los seres humanos son fruto de la
Naturaleza, y no al revés), también se dice que la infraestructura del mundo está en la
esfera económica (en el aspecto ‘material’ de la vida humana, en lo relacionado con el
trabajo, el saber técnico con el que se fabrican herramientas).
La tesis del materialismo de Marx plantea que lo económico –lo material– es la instancia que determina en última instancia las demás esferas de la vida social (lo político, lo jurídico, las instituciones sociales, la religión, el arte, etc.). Lo económico es la infraestructura –la base, lo que sostiene- y lo demás es parte de la superestructura (lo dependiente, lo determinado). Fue esto lo que llevo a Marx a concentrar sus investigaciones en los sistemas económicos de las sociedades.
Según Marx el mundo moderno resulta de la conjunción de dos revoluciones: la revolución industrial (en la que surge el capitalismo económico) y la revolución francesa (en la que cuaja la democracia liberal). Puesto que según su tesis materialista el sistema político depende en último término del sistema económico, sólo se comprenderá racionalmente la era moderna del mundo si se estudia a fondo en qué consiste el capitalismo, y a ello dedicó Marx gran parte de su vida. ¿Por qué el materialismo de Marx es histórico? Por dos razones:
1- porque el motor de la historia está en la esfera económica.
2- porque los sistemas económicos son ellos mismos históricos. Esto implica que todo cambio profundo en el mundo y en la sociedad supone siempre un cambio en la esfera económica.
Dos cosas más para terminar: un sistema económico está formado –tal y como Marx lo concibió- por dos elementos: unas fuerzas productivas (instrumentos técnicos, fuentes de energía, etc.) y unas relaciones de producción (los vínculos entre los seres humanos alrededor del trabajo). Marx emprendió una crítica del capitalismo porque genera una injusticia social a pesar de que promete lo contrario. ¿Cuál es el mecanismo constante por el que se genera la desigualdad? A través de la obtención de la plusvalía, por la que unos pocos se enriquecen cada vez más –por la tendencia al monopolio o el oligopolio- siempre a costa del empobrecimiento de la mayoría social. Y ante la pregunta: ¿por qué esa mayoría consiente este proceso y aprueba ese mecanismo? Aquí entra en juego la alienación ideológica de la que hablamos en otra entrada.
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El materialismo histórico |
La tesis del materialismo de Marx plantea que lo económico –lo material– es la instancia que determina en última instancia las demás esferas de la vida social (lo político, lo jurídico, las instituciones sociales, la religión, el arte, etc.). Lo económico es la infraestructura –la base, lo que sostiene- y lo demás es parte de la superestructura (lo dependiente, lo determinado). Fue esto lo que llevo a Marx a concentrar sus investigaciones en los sistemas económicos de las sociedades.
Según Marx el mundo moderno resulta de la conjunción de dos revoluciones: la revolución industrial (en la que surge el capitalismo económico) y la revolución francesa (en la que cuaja la democracia liberal). Puesto que según su tesis materialista el sistema político depende en último término del sistema económico, sólo se comprenderá racionalmente la era moderna del mundo si se estudia a fondo en qué consiste el capitalismo, y a ello dedicó Marx gran parte de su vida. ¿Por qué el materialismo de Marx es histórico? Por dos razones:
1- porque el motor de la historia está en la esfera económica.
2- porque los sistemas económicos son ellos mismos históricos. Esto implica que todo cambio profundo en el mundo y en la sociedad supone siempre un cambio en la esfera económica.
Dos cosas más para terminar: un sistema económico está formado –tal y como Marx lo concibió- por dos elementos: unas fuerzas productivas (instrumentos técnicos, fuentes de energía, etc.) y unas relaciones de producción (los vínculos entre los seres humanos alrededor del trabajo). Marx emprendió una crítica del capitalismo porque genera una injusticia social a pesar de que promete lo contrario. ¿Cuál es el mecanismo constante por el que se genera la desigualdad? A través de la obtención de la plusvalía, por la que unos pocos se enriquecen cada vez más –por la tendencia al monopolio o el oligopolio- siempre a costa del empobrecimiento de la mayoría social. Y ante la pregunta: ¿por qué esa mayoría consiente este proceso y aprueba ese mecanismo? Aquí entra en juego la alienación ideológica de la que hablamos en otra entrada.
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