El símbolo por excelencia del Antiguo Egipto son sus pirámides, y
ninguna puede rivalizar con las de Giza. Allí se eleva Khufu (Keops), la
estructura conocida como la Gran Pirámide que es posiblemente la más
famosa de las construcciones egipcias. Tiene una altura de 146 metros y
una base de 230 metros de anchura, está compuesta de unos 2,3 millones
de bloques de piedra caliza, y en su construcción participaron 18.000
trabajadores durante gran parte del reinado del rey Khufu (2585-2560
a.C.), de la IV Dinastía. Junto a ella se encuentran las pirámides
menores de Khafra (Kefrén) y Menkaura (Micerinos).
 |
La esfinge de Giza con la pirámide de Khafra detrás. |
La construcción de Keops y sus cerca de cien pirámides menores
continúan siendo un problema complicado para los arqueólogos. La mayoría
opina hoy en día que los trabajadores arrastraban los enormes bloques a
lo largo de una estructura de rampas exteriores. Teniendo en cuenta que
todo esto tuvo lugar más de 4.000 años, las mediciones topográficas son
increíblemente exactas. Keops, por ejemplo, tiene lados que se elevan
en un ángulo preciso de 51º 52', con una base orientada al norte
geográfico. Los lados de la base de 5,4 ha no llegan a ser del todo
paralelos por un margen de tan solo 2,5 cm. El diseño de la pirámide
tiene sus raíces en el culto al dios sol Ra. De acuerdo con los textos
de las pirámides, la muerte de un faraón hacía que el sol intensificara
sus rayos para crear una rampa luminosa, por la cual el gobernante
fallecido subiría para alcanzar la inmortalidad. Se consideraba las
pirámides como la base terrenal para dicha rampa, y el diseño externo en
forma de escalones, especialmente de las primera pirámides, refuerza la
idea de una escalera hacia el cielo. Es posible que las enormes
dimensiones de Khufu se deban en gran parte al estatus del rey como
forma terrenal del rey sol.
Desconcertando a los ladrones
El
yacimiento de Giza contiene también los restos de un complejo
mortuorio, estructuras funerarias, templos para las ofrendas y numerosas
tumbas de otros miembros de la familia real. Se construyó, además, una
ciudad para los constructores, donde los artesanos hábiles estaban
alojados separados de los trabajadores manuales. Es interesante destacar
también que los trabajadores poseían pirámides, si bien más pequeñas y
construidas siempre con ladrillos de barro.
 |
Imagen del complejo de Giza. |
Dejando a un lado la religión, las pirámides debían servir al
propósito mucho más práctico de disuadir a los ladrones de tumbas. Dado
que eran objetivos claros, los faraones, uno tras otro, ordenaron
construir defensas muy elaboradas, como laberintos en el camino hacia la
cámara funeraria. Además corrían rumores de maldiciones terribles que
acabarían con los intrusos. Pronto, también los plebeyos adoptaron esta
táctica.
Hay una tumba, ocupada por un hombre que ayudó a
construir la Gran Pirámide, que contiene una maldición compuesta por la
mujer del constructor y que dice así: "
A todas las personas
que entren en esta tumba, que hagan el mal contra esta tumba y la
destruyan, que el cocodrilo esté en su contra en el agua y las
serpientes estén en su contra en la tierra; que el hipopótamo esté en su
contra en el agua, y que el escorpión esté en su contra en la tierra".
Por
desgracia para los miembros reales, estos métodos disuasorios no
siempre funcionaban. Las actividades de los saqueadores horrorizaban de
tal forma a los gobernantes de los imperios Medio y Nuevo (hacia
1980-1075 a.C.) que trasladaron su tierra funeraria al valle de los
Reyes, sólidos panteones de roca bajo el monte de Tebas de forma
piramidal, a la orilla oeste del Nilo.
En mayo de 1954, cuando
el arqueólogo egipcio Kamal el-Mallakh
estaba llevando a cabo un trabajo de limpieza de la cara sur de la Gran
Pirámide, encontró por casualidad una sala rectangular que se
encontraba escondida por 41 bloques de piedra caliza, algunos de un peso
de 15.240 kg.
En la parte baja de este foso de 31 m se encontraba un barco funerario de 43 m de longitud, casi
desmantelado en sus partes constituyentes y listo para volverse a
montar. Se creía que este bote habría sido empleado para transportar el
cuerpo del rey, y que fue enterrado con él para ayudarle a cruzar el
cielo con Ra, el dios del sol.
 |
La barca funeraria del rey Khufu fue hallada escondida en una cámara profunda tras unos bloques de piedra caliza. |
Corrían rumores de maldiciones terribles que acabarían con los intrusos.
Comentarios
Publicar un comentario